ORIGENES DEL PERRO

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ORIGENES DEL PERRO


Historia del Perro.
Hace 30 millones de años, según fuentes científicas, apareció sobre
la Tierra, durante el período Oligoceno, una criatura con la apariencia
de un perro.

El cynodictis, un animal parecido a la mangosta con un largo hocico
puede ser uno de los antepasados más antiguos de este popular animal.
Otra criatura prehistórica parecida a los cánidos, el Tomarcus, vivió
durante el periodo Mioceno hace 24 millones de años.
El género canis  evolucionó, convirtiéndose en Canis lupus o lobo, hace 300 mil años, mientras
que nuestro perro doméstico, descendiente de aquél, apareció hace sólo 12.000 años.

Todos los perros sin importar su aspecto o tamaño tienen al lobo como antepasado, por eso es
que sienten y se comportan como ellos.  Es posible que el proceso de domesticación de los
perros salvajes haya ocurrido hace 40.000 años cuando en la época glacial los humanos y los lobos
convivían en el mismo habitat y dichos animales se alimentaban muchas veces con las sobras que
dejaban los humanos luego de las cacerías.

Los Egipcios y los habitantes del Asia Occidental fueron los primeros en criar perros, principalmente
mastines y galgos. En la época de la Roma imperial ya existían las razas de perros que se conocen
actualmente, teniendo una preferencia especial por los galgos, los cuales usaban como perros de
cacería, mientras que los grandes mastines eran considerados ideales para las peleas y la guerra.

Igual que el actual letrero “
cuidado con el perro “  los romanos escribían que significa lo mismo en latín. Fueron usados en esos tiempos para pastorear, como vigilantes
como compañía, para el deporte y en algunas culturas, en especial las orientales, fueron incluidos
en los cultos religiosos.
Los perros han heredado los ojos, el olfato y las orejas de su
antepasado el lobo.
Estos sentidos han evolucionado junto a la nueva especie y se han
adaptado en las distintas razas caninas gracias al "cruce" o "selección
artificial". Un buen ejemplo es el caso de los galgos, que a través del
tiempo han logrado desarrollar una vista mejor aún que la de los lobos.

Otro cambio que ha ocurrido en casi todos los perros domésticos es que
sus ojos miran más hacia adelante que hacia los lados, mientras que en
los lobos es todo lo contrario.

El lobo ha sido exterminado en la mayor parte de sus zonas naturales, como en de Europa
y Asia. Igualmente, el perro cazador africano y el dole se encuentran en peligro de extinción.
Solamente los chacales y coyotes continúan procreándose, quizás por la gran capacidad de
adaptación que han desarrollado.
El perro cazador africano es uno de los más sociables de todos los miembros de la familia canina
pero hay que tener en cuenta de que no es en sí un perro, puesto que no desciende del lobo, sino
que pertenece a un grupo propio, el género 
Lycaon. Estos viven en grandes manadas y poseen un
versátil sistema de comunicación basado en movimientos corporales y ruidos, y se desplazan
generalmente de día buscando presas para cazar. 

Los perros salvajes estuvieron diseminados originalmente en todos las regiones del mundo, menos
en Australia, donde fueron introducidos por el hombre. Los dingos, del continente australiano, han
prosperado tanto en estado salvaje que llegaron a confundir a los entendidos, quienes creyeron que
siempre habían vivido salvaje mente hasta que se admitió que eran descendientes de los perros
domésticos llevados allá hace 4.000 años por los aborígenes nativos. Estos son probablemente
los únicos descendientes puros de los perros prehistóricos que se dejaron domesticar.


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